Compartir el post "Veinte citas célebres de William Shakespeare"
Vivió durante el reinado de la reina Isabel y después de Jaime I. Quedó impresionado cuando vio una obra al aire libre a la que su padre le llevó a los 11 años, desde ese momento se sintió atraido por el arte dramático pues quedó sumamente impresionado.
Se casó con Anne Hathaway a los 18 años. En 1587 se traslada a Londres e incursiona en el teatro con la «Compañía de los Burbage». Se hizo un actor y autor famoso antes de los 28 años. En 1610 se retira del teatro y regresa a su ciudad natal. Muere seis años después a los 52 años.
Sus obras tienen claros y profundos descripciones psicológicos que se ven reflejados en los celos de «Otelo», el sentimiento amoroso de «Julieta y Roméo», la usura del judío «Shilock», el remordimiendo de «Macbeth», la incertidumbre de «Hamlet».
Resaltan también su obras:
– Tragedias: «Hamlet» «Macbeth» «Romeo y Julieta» «Otelo» «El Rey Lear».
– Comedias: «Sueño de una noche de verano», «El mercader de Venecia» «Las alegres comadres de Windson».
– Dramas Históricos: «Enrique IV» «Ricardo III», «Julio César», «Marco Antonio y Cleopatra».
Influyó grandemente en los escritores románticos, realistas y simbolistas.
A continuación os dejamos veinte de sus citas más célebres:
- Las palabras están llenas de falsedad o de arte; la mirada es el lenguaje del corazón.
- Duda que sean fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amo.
- El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
- No temáis a la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran grandeza, a algunos la grandeza les es impuesta y a otros la grandeza les queda grande.
- Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras.
- En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber.
- El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.
- No tratéis de guiar al que pretende elegir por sí su propio camino.
- De lo que tengo miedo es de tu miedo.
- No existe nada bueno ni malo; es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así.
- Sea como fuere lo que pienses, creo que es mejor decirlo con buenas palabras.
- Un hombre que no se alimenta de sus sueños envejece pronto.
- Conservar algo que me ayude a recordarte, sería admitir que te puedo olvidar.
- Presta el oído a todos, y a pocos la voz. Oye las censuras de los demás; pero reserva tu propia opinión.
- Somos del mismo material del que se tejen los sueños, nuestra pequeña vida está rodeada de sueños.
- Yo juro que vale más ser de baja condición y codearse alegremente con gentes humildes, que no encontrarse muy encumbrado, con una resplandeciente pesadumbre y llevar una dorada tristeza.
- Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte; los valientes prueban la muerte sólo una vez.
- Tan imposible es avivar la lumbre con nieve, como apagar el fuego del amor con palabras.
- Ningún legado es tan rico como la honestidad.
- Quien se eleva demasiado cerca del sol con alas de oro las funde.