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Ha sido editado por la Universidad Normal de Pekín y va destinado a niños entre 6 y 12 años, esto es, para alumnos de las escuelas de primaria y secundaria. Incluye, entre otros, ilustraciones sobre genitales masculinos y femeninos y de personas manteniendo relaciones sexuales.

Entre las enseñanzas que intenta aportar el libro está la normalización de la homosexualidad, exponiendo que estas relaciones son igual de válidas que las heterosexuales y que deben tener también el derecho a tener hijos. Manifestando que, aunque en China estos casamientos no son legales, el matrimonio entre personas del mismo sexo sí es legal en otros países.

Defiende la igualdad de género posicionando a la mujer en trabajos como policía o astronauta y al hombre en otros como enfermeros o educadores de guarderías. Que cada uno pueda convertirse en lo que quiera, sin importar su género ni que la profesión sea poco convencional respecto a este. Intenta quitar la presión hacia las mujeres sobre casarse y formar una familia, añadiendo que hay que respetar la decisión de lo que cada mujer quiera hacer con su vida. Punto fundamental en un país donde desde bien pequeñas se les impone casarse.

A través de este libro se espera combatir mediante textos como este los abusos a menores. Ya que, en China, los casos de abusos sexuales aumentaron un 30% en el último año, donde un 70% de los abusos cometidos fueron por personas conocidas. Debido a ello, se ilustran distintos casos sobre niños negándose ante las peticiones de abusos de conocidos suyos.

Esta revolución para la educación china pretende dar sus frutos que se verán reflejados en que las nuevas generaciones no sufran los prejuicios que han tenido sus padres y abuelos.

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guillermo