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Entrevistamos a Jorge Sánchez, autor de Remontar la corriente

Jorge Sánchez López nació en Madrid en 1981. A los 4 años le llamaba la atención la música de Alberto Cortez o José Luis Perales.

Tras vivir en Parla hasta los 5, se fue a Campo de Criptana y a los 9 se vino a Fuenlabrada donde empezó a leer y escribir poesía. Siendo adolescente le gustaba la música funky, rap, pop.

Estudió psicología por curiosidad acerca del cerebro y la mente, además de su interés por combatir las injusticias sociales. Hizo prácticas con menores tutelados y brevemente en el área atención a la discapacidad. Trabajó como monitor y técnico de formación, redactor de materiales y esporádicamente como dinamizador en módulos para cursos del Inem.

En el Instituto si mejor asignatura era literatura, le gustaba analizarlo todo, por lo que acabó estudiando Estudios Ingleses.

Ahora lleva 5 años preparando a adultos para exámenes Cambridge. Le gusta hacer deporte, salir con amigos, la lectura, viajar, el teatro, que tiene bastante abandonado, y la música. 

Entrevista al escritor Jorge Sánchez López

Como has podido comprobar, Jorge es un apasionado de la literatura, entre sus muchas otras aficiones, ¿te atreves a conocerle un poco más?

Escritor Jorge Sánchez LópezBien Jorge, ¿dónde comienza tu andadura en el mundo de la escritura? ¿Cuándo te diste cuenta de la necesidad que tenías en narrar y cuáles fueron los motivos?

La poesía siempre me ha acompañado; empecé experimentando con versos celebratorios, tristes, críticos, por mera curiosidad infantil; gané algún concurso en mi barrio y ese interés quedó dormido ahí hasta casi los 30 años.

Para una persona tímida y a veces encerrada en sí misma como yo era, era una manera de jugar con el pensamiento y el lenguaje.

Después de años preocupado solo por los estudios y el trabajo llegó un momento en que la escritura resultó ser el vehículo para expresar lo más personal, mi herramienta para llegar a una experiencia estética. A partir de ahí escribí, publiqué y traduje poesía, pero ocasionalmente había escrito algún relato corto.

Al final me di cuenta de que las historias también podían crear un impacto, por su brevedad y potencia.

La vida es una colección de relatos, ya que la conciencia, la manera en que nos vemos a nosotros y a los demás, tomamos decisiones o justificamos ciertos hechos de nuestras vidas tienen estructura narrativa.

Hora de hablar de tu libro Remontar la corriente, ¿qué nos puedes tu contar de tu propia obra?

El libro fue escrito en un año y revisado en otro medio en momentos irregulares, siguiendo mi instinto.

Tenía un par de cuentos escritos unos años atrás. Uno en el que me había documentado y hablado con un afectado acerca del trastorno límite de personalidad para crear una historia de un chico al que apenas se le notaba y que intentaba tener una vida social normal; el otro, una historia sobre un jefe de policía marroquí que había perdido su puesto tras pasar por una enfermedad , una ruptura sentimental y una serie de infortunios.

A estos empecé a unir los nuevos relatos escritos hacia finales de 2018, donde empecé a tratar temas como los cambios en la familia, la satisfacción de los deseos y la frustración, los prejuicios, el paso del tiempo, la voluntad frente a las circunstancias de la vida y la búsqueda del sentido personal.

A la vez estaba leyendo a una serie de autores estadounidenses que hablaban del fracaso del sueño americano, además de a escritores emergentes españoles que hablaban de modo muy directo sobre las diferentes fases de la vida, y todo ello me influyó a la hora de crear la colección que, casi sin darme cuenta, fui formando poco a poco.

Teniendo en cuenta la temática y el contenido de tu libro “Remontar la corriente” se percibe que eres una persona reflexiva, por lo que imaginamos que muchos de los personajes tendrán pequeños toques de personalidad similares a los tuyos, ¿nos equivocamos?

La experiencia directa es la principal fuente de inspiración, por lo que mi personalidad está muchas veces en el narrador o en algunos de los personajes.

La seriedad, la ironía ocasional, el análisis de las cosas sin ser del todo pesimista ni optimista, la sencillez, son características que terminan apareciendo en el libro. Ello no quiere decir que los personajes o situaciones correspondan de forma literal a mi persona o a otras, ya que he utilizado el estímulo de cuadros y fotografías, noticias de periódicos, canciones y textos de otros autores como catalizador de aquello que creaba.

¿Podrías contarnos más específicamente algunos detalles de estos relatos para que los lectores puedan saber más sobre la obra?

Son historias escritas en primera y tercera persona, según el caso, con un lenguaje sin muchos adornos, y que buscan mucho las connotaciones.

Por ejemplo, durante un viaje en coche, los gestos, la música, los silencios y los objetos que hay alrededor, aun siendo descritos por encima, pueden decir más del conflicto entre dos personajes que el exceso de palabras o las explicaciones del narrador.

Es un estilo impresionista, con muchas imágenes breves, acompañadas de vez en cuando de algún juego de palabras o frase potente para conseguir la catarsis en el espectador.

¿Cuál de los relatos te ha dado una mayor satisfacción a la hora de haberlo finalizado?

Hay varios, entre los que destacaría “Camino de la playa”. Basándome en los consejos del escritor Jordi Sierra i Fabra, conseguí crear un efecto sorpresa fuerte para abrir el libro de manera diferente, con una estampa infantil y un estilo que no eran los habituales en mí.

Entre los que sí son más representativos de mi forma de escribir habitual destacaría “Servicio especial”, acerca de la soledad y la naturaleza de los encuentros breves entre desconocidos, tanto en la juventud como en la tercera edad.

En “El aniversario del feriante” también creo un paralelismo entre la rutina de quienes van a lo fácil y seguro y quienes arriesgan, además de contraponer diferentes generaciones. “La estela de los barcos” creo que quedó bien debido al tono poético que tiene.

¿Hay alguno que te haya costado especialmente desarrollarlo?

Normalmente aquellos que requieren reflejar en tras pocas páginas la evolución de un personaje, sus cambios y contradicciones. Entre ellos están “Valquiria” y “Escalera triangular”, revisados más de una vez, cuando yo tiendo a escribir cuando todo está caliente, del tirón y siguiendo la inspiración del momento.

¿Dónde pueden adquirirse los ejemplares?

El libro está publicado en la editorial Libros Indie, en cuya página www.librosindie.com se pueden adquirir.

También está en Casa del Libro de España, Amazon España (en espera de acuerdos para distribuirse internacionalmente) y algunas librerías del país como Librería Oxford de Granada, Central Librera de Ferrol, Librería Estudio en Miranda del Ebro o la librería Tu Regalo de Baena, además de los que yo me encargo de distribuir personalmente.

¿Cómo ha influido tu contacto con temas sociales a la hora de escribir?

La discriminación, la guerra, la salud mental, las situaciones que se viven en la adolescencia, en la edad adulta o en la tercera edad son sin duda fiel reflejo de este contacto. Los relatos no buscan una trama artificial para crear algo significativo.

Teniendo en cuenta tu experiencia te preguntamos tu opinión personal sobre el panorama actual en el mundo literario.

El exceso de información que viene de la mano de internet y las nuevas tecnologías es un arma de doble filo. Por un lado es más fácil poder promocionarse y llegar a más gente, pero por otro hay una saturación del mercado editorial.

Son muchos los sellos que te dicen que no aceptan manuscritos o tardan meses y meses en responder, por lo que la paciencia es fundamental para los que desean publicar.

Por otro lado, las tendencias cambian muy rápido y cuando se siguen las modas no siempre se acierta.

Hoy puede llevarse imitar la saga Crepúsculo o Juego de Tronos, los libros de novela romántica basados en algún autor de renombre o el parecerse a maestros del terror, y mañana cambiar el panorama, por lo que hay que ir donde uno se sienta más cómodo.

Eres aficionado al teatro, ¿no has pensado en escribir un libro con este género?

Los diálogos y las descripciones cortas hacen que algunos de estos relatos, como Escalera Triangular, sean aptos para ser representados o pasados a cortos, algo que intenté con dicha historia hace mucho tiempo.

Aunque hay quien lee teatro por gusto, normalmente se tiene en mente este otro objetivo. Aunque no me lo he planteado a corto plazo, creo que sería divertido.

Por otra parte, nos gustaría que nos recomendaras libros de teatro, ya que no es uno de los géneros que más se leen, así le damos un pequeño empujoncito.

Algunos de los clásicos americanos y españoles, como “El invernadero” o “The Dumb Waiter” de Harold Pinter, “Historia de una escalera”, de Buero Vallejo, “El malentendido” y “El extranjero” de Albert Camus, “Muerte de un viajante” de Arthur Miller o “La vida es sueño” de Calderón de la Barca.

Tampoco me olvido de los clásicos de Shakespeare, sobre todo “King Lear”, y del teatro irlandés, incluyendo a Sean O’Casey en “La sombra del pistolero” o “Esperando a Godot” de Beckett.

Nos gusta conocer los gustos de aquellos autores a los que entrevistamos, así que, ¿podrías señalarnos a tus tres escritores favoritos a la hora de leer?

Muy difícil quedarse solo con tres, aunque si tengo que destacar alguno actual diría que la cosa queda entre Ray Loriga, Sara Mesa y Soledad Puértolas.

De los años 80 está Raymond Carver, de los años 30 Hemingway y Sherwood Anderson.

Si pudieses cambiarte por alguno de ellos en cuanto a su forma de escribir se refiere, ¿con quién lo harías?

No creo que pudiese cambiarme, aunque de todos ellos se pueden aprender aspectos que ayuden a mejorar: tomarme las historias con más humor, narrar con más detalles o mejorar el uso de adjetivos sin abusar. A su vez es muy útil leer diferentes libros del mismo autor para ver cómo han ido evolucionando hasta encontrar su propio estilo o cómo evitan encasillarse.

Vemos que también te gusta la poesía, ¿podrías escribirnos algún poema para que aquellos que lean la entrevista te conozcan un poco más?

Se abanica, señora;
ha cambiado de asiento en la segunda parada.
 
Se siente presa del tendido eléctrico,
se marcha del vagón
con una mano apoyada en la barbilla,
mientras yo busco estaciones
con jacuzzi en el cielo.
 
El dominó de turistas
se juega sobre asientos de pasillo
y a lo lejos
no percibimos rostros
sino marcas de coche:
perdimos la capacidad de imaginarnos
las circunvalaciones y a sus protagonistas,
de postular que nos suponen vivos.
 
He visto comisuras, no miserias
ni trigo abarrotando vuestros tersos espejos.
 
No seremos culpables del indicio sin crimen.
Nos han acostumbrado al humo curvo,
a la señal, la pérdida y la herida.
 
Hicimos con el cuero y la columna una bandera,
no hemos leído el fuego del cerebro astillado.

(c) Jorge Sánchez López. Del libro «Errática textura» (Celesta, 2013)

¿Qué te parece aquello que día a día prolifera en las redes sociales y que muchos llaman “poesía”?

Las redes son una herramienta para poder crear poesía. La gente joven inevitablemente tiene un lenguaje diferente, al igual que no todo el mundo escucha la misma música.

Para ser poeta no se necesitan galones. Como dijo Emerson, “soy poeta de nacimiento, de bajo rango, pero poeta”. Ahora bien, que unas palabras en twitter de alguien que afirma no leer nunca poesía puedan ser consideradas poesía es más discutible. Como dijo Bukowski, “veo que he creado muchos poetas, pero no tanta poesía”.

Además de la poesía y los relatos, ¿con qué otros géneros te has atrevido a experimentar? ¿Cómo te fue?

Esos dos son los principales, aunque también he escrito algún artículo sobre temas de psicología o sobre literatura.

Tengo un blog con mis cosas que ha acabado siendo sobre todo de reseñas de los libros que me gustan, sin ninguna pretensión de crítico: www.ondasaladas.blogspot.com.es.

Aún no he tocado la novela, aunque está pendiente y será seguramente una con el mismo tono intimista y directo, aunque con toques poéticos, que me caracteriza. Me gustaría poder escribir algo de misterio a lo Patricia Highsmith, o de ciencia ficción, ya que me marcaron mucho libros como los de Philip K.Dick o Aldous Huxley.

Pasemos a otro plano, eso sí, sin salirnos del entorno literario. Otra de las curiosidades que nos gusta conocer es el primer libro o alguno de los primeros libros que leíste cuando eras pequeño, ¿lo recuerdas?

Me acuerdo de “El cabrerillo”, de Juan Antonio de la Iglesia, que terminaba siendo bastante dramático; también de “Y el gato dijo fu”, de Francisco J. Satúe, que me firmó el autor en el colegio. Cuando se enteró de que quería escribir me puso “Porque las apariencias engañan. Suerte si continúas”.

Define tu carácter literario en tres palabras, ¿eres capaz?

Quizá me equivoque, porque no sé cómo evolucionaré, pero por ahora diría: sensible, realista, experimental.

¿Cómo pueden encontrarte en redes sociales?

Por último, y ya para terminar la entrevista, nos gustaría que nos dijeses qué tres libros te llevarías a una isla desierta.

Alguno de los clásicos que tengo pendientes, como Las mil y una noches; una antología de cuentos de diferentes autores del siglo XX y el Ulisses de Joyce.

Ha sido todo un placer conocerte aún más a fondo, esperamos saber más de tu obra y te deseamos muchos éxitos en su andadura literaria.

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