Blog

Escritores románticos que tuvieron un final trágico

Si hay algo que está relacionado con la profesión de escritor es la imagen de una vida bohemia y de un final truncado y dramático. Aunque esto no es lo habitual, sí que ha habido muchos casos que han alimentado esta leyenda sobre finales trágicos, sobre todo durante el periodo cultural del Romanticismo, que tuvo lugar durante la primera mitad del siglo XIX.

Escritores románticos que tuvieron un final trágico

En el Romanticismo, los artistas vivían persiguiendo el infinito y ansiando lo invisible, lo que les hacía caer muchas veces en el vacío existencial y en la depresión. Esto unido a las pésimas condiciones de vida de la época hizo que la gran mayoría de los escritores y poetas de esta época murieran siendo extremadamente jóvenes, con apenas 25 o 30 años.

Tal es el caso de uno de los poetas más destacados en la literatura inglesa: John Keats, que murió por tuberculosis en Italia con tan sólo 25 años. Muy llamativo es también el caso del poeta y amigo de Keats, Percy Bysshe Shelley que murió ahogado por una repentina tormenta mientras navegaba en su velero de vuelta a Lerici desde Pisa cuando contaba con 29 años.

Los que no padecían y morían por tuberculosis, que era una de las enfermedades más habituales en aquella época (véase también el caso del poeta sevillano Bécquer, o los poetas alemanes Novalis y Schiller; pero también Walter Scott, entre otros muchos) o por sífilis (como Baudelaire o Guy de Maupassant) se suicidaban ante el absurdo de la existencia o por motivos pasionales, como Mariano José de Larra, que ante el rechazo de Dolores Armijo se suicidó con un tiro en la sien derecha. Solo tenía 27 años.

Sin embargo, es Heinrich Von Kleist el que destaca sobre todos por lo trágico y dramático de su suicidio, ya que antes de dirigir la pistola contra sí mismo, disparó primero a su musa y amada Adolfine Vogel, que padecía un cáncer en fase avanzada y consintió en acompañar al escritor incluso más allá de la propia vida. El motivo del suicidio fue el fracaso que tuvo la última obra de Kleist: El príncipe de Homburg. Sin embargo, sobre la tumba del poeta está grabado un verso precisamente extraído de esta obra: Nun, o Unsterblichkeit, bist du ganz menin (“Ahora, ¡oh, inmortalidad!, eres toda mía”).

No podemos olvidarnos del maestro del relato corto de terror y padre de la literatura macabra: el escritor y poeta americano Edgar Allan Poe, que a su modo, también era un romántico. Las duras experiencias relacionadas con la muerte que tuvo desde la infancia influyeron en su obra y en su carácter, convirtiéndose en una constante en su pensamiento y en su modo de vida autodestructivo.

Edgar Allan Poe

Hay muchas cosas que destacar de la biografía de Poe, siendo su muerte una de las más importantes, debido a que es todo un misterio. Poe desapareció durante varios días, siendo encontrado abandonado como un mendigo y con ropas que no eran suyas el 3 de octubre de 1849 en las calles de Baltimore. Murió cuatro días más tarde sin llegar a recuperar nunca la consciencia para explicar qué le había sucedido. Hay numerosas teorías sobre su muerte: el delirium tremens, un ataque cardiaco, sífilis, epilepsia… Siendo una de las más aceptadas la teoría que apunta a que Poe fue víctima de un abuso por parte de los agentes electorales que emborrachaban sin escrúpulos a todos los ciudadanos incautos que encontraban, y les obligaban a votar varias veces, abandonándolos a su suerte cuando habían terminado con ellos. A día de hoy sigue sin saberse a ciencia cierta qué fue lo que acabó con la vida del poeta americano a los 40 años.

Imagen de perfil de guillermo

9

guillermo


Un comentario

Deja un comentario