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Ver para creer. Lo ocurrido en la ciudad turca de Ankara gracias a los trabajadores del servicio de basuras de la ciudad es algo más que sorprendente y admirable. Todos ellos, decididos a combatir contra la incultura han creado una biblioteca comunitaria con los los libros que la gente tiraba en la calle.

Este genuino templo de las letras se encuentra situado en una fábrica abandonada desde hace algo algunos meses ya cuenta con más de 5.000 ejemplares en sus estanterías. En un primer momento querían que fuese un lugar donde ellos o sus familiares pudiesen acudir para buscar entre los miles de volúmenes allí reunido, sin embargo, ya ha sido abierta para que todo aquel que lo desee pueda acercarse y sumergirse en el mundo de las letras.

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guillermo