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Todo aquel que se acerque a los libros habrá podido darse cuenta del aroma que sus páginas desprenden y que, según los especialistas, se debe al papel, la tinta y el pegamento, entre otros elementos. Sin embargo, no siempre los libros tienen el mismo olor, y más si tenemos en cuenta el paso del tiempo.

Si nos acercamos a un libro viejo y uno nuevo comprobaremos que no huelen igual, ni mucho menos, lo que se debe a las reacciones y químicos con que son tratados sus elementos antes de crear e imprimir un libro. Teniendo en cuenta estas premisas entenderemos que la química de un libro nuevo no es igual a la de uno que lleve años impreso.

Y es que, el olor característico de los libros se va acentuando con el paso del tiempo debido a las reacciones químicas y se concentra de forma más intensa que en los libros nuevos.

Los principales químicos utilizados en la elaboración de un libro viejo y las reacciones que se han producido en el tiempo, aquellas que tienen un aroma característico, serían los siguientes:

• Benzaldehído, aroma similar al de las almendras
• Vanillin, el aroma a la vainilla
• Etilbenceno y tolueno, fragancias dulces
• Etilhexanol, un ligero aroma floral

¡Ahora solo queda ir a la biblioteca y comenzar a leer!

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guillermo